jueves, 11 de agosto de 2011


EL SUEÑO

No supo nunca cual fue el origen de su insomnio, su pesadilla comenzó de forma inesperada: una noche despertó bruscamente y cayó de la cama. El golpe la dejó aturdida, se incorporó como pudo y trató de encender la luz de la mesilla. No había electricidad, la oscuridad era total. A tientas se arrastró por la habitación golpeándose con los muebles. Notó que un hilo de sangre le bajaba por la frente. Presa del pánico se quedó quieta, arrinconada en una esquina de la habitación hasta que amaneció. Ahora, noche tras noche espera aterrada la llegada de la oscuridad. Escondida bajo las sábanas sufre la desaparición del día. Sabe que con cada hora un manto negro irá cubriendo la ciudad y penetrará en su casa. El tictac del reloj inmisericorde la acerca al momento fatídico. Desesperada se pregunta porqué el sueño la ha abandonado para siempre.
Ros
Relato finalista I Concurso de microrelatos La cesta de las palabras. Misterios para el sueño. Ediciones Osiris 2011

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