miércoles, 30 de mayo de 2012

Adormidera ¿No ves que me levanto cansada? Y era verdad, siempre fue verdad. Aunque hiciera un día esplendido no podía con su alma. Su cabeza pendía oscilante de su largo y fino cuerpo. Decaída parecía estar a punto de troncharse. Al principio pensé que estaba enferma, consultamos al médico, hicimos un peregrinaje por hospitales y médicos de la ciudad, pero nada, nadie daba con la enfermedad que le producía tan persistente síntoma. Pensé si sería el colchón y de tienda en tienda la dejé caer con su aire de desmayo probándolos todos, mientras el vendedor no sabía si llamar a la policía o al loquero. Hasta que un día, susurró a mi oído: estoy seca. La llevé a la ducha y mientras el agua caía sobre su cuerpo, se esponjó y recuperó de golpe su belleza. Desde entonces la tengo en un florero encima del piano. Y está preciosa
Finalista del II Concurso Búcaro de Microrelatos 2012

sábado, 19 de mayo de 2012

La Sopa Un día echando mano de ingredientes imaginarios cocine una sopa en mis fogones. Muchos fueron los comensales que la probaron y decidieron que por su sabor merecía llevarla a palacios y castillos y darle una denominación de origen. Y así ocurrió y empujada por los molinos de viento aterricé en un pueblo de la Mancha llamado Quero. Al compartir la sopa con seres de colores diversos, se produjo un milagro: los negros y oscuros desaparecieron entre rayos y truenos, mientras que los blancos, azules, amarillos y violetas atravesaron el cielo en busca de un mundo mejor. Y esta es la historia del premio de microrelatos Museo de la palabra.

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