domingo, 29 de junio de 2014




Sin piedad


 Nunca antes se habían atrevido a cruzar el límite trazado, sabían del riesgo: una sublevación, una transgresión de las reglas podría acabar con la inercia con la que cada tarde exorcizaban el aburrimiento.Desganados y hastiados por la inútil repetición dejaron de creer en el juego. 
No querían jugar más, corrieron el riesgo y se sublevaron. Otros resistieron tirando piedras pero solo consiguieron herirse la cabeza unos a otros en un cruce de fuego duro, blanco y sin sentido. No se pudo hacer nada. En el mundo circular giraban frenéticos los malvados, apretando el cinturón del vacío y ahogando las voces y los sueños.  

El castigo impuesto a la irresponsable conducta de sus mayores llegó inexorable a sus vidas inocentes.
 No hubo opciones. Ciegos y apaleados esperaron en la calle el fin del mundo.

miércoles, 11 de junio de 2014

Y otro..

Hay algo asfixiante,  pegajoso. Los mosquitos zumban afilados, mientras el vaivén de una hamaca recuerda la cuna. El sudor abre surcos en la tierra seca, la gente se apiña en el mar para no ahogarse. No es el fin del mundo, es otro verano caliente e insomne.


Fotografía Ana Gimenez

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