martes, 11 de marzo de 2014




La decisión


Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto. Vaya papeleta, murmura, mientras piensa en las flores, los sombreros, las invitaciones, el banquete…  Ha oído claramente la pregunta y siente el peso del destino implacable que se le viene encima. La voz insistente del sacerdote se eleva amenazadora entre el murmullo creciente de los invitados. Sus manos nerviosas apretujan un pañuelo, respira hondo, mira el rostro atónito de él y contesta: otro día, quizá, otro día, ahora tengo que hacer.

1 comentario:

  1. ¡Qué bueno!, cuantos habrán tirado para adelante en la misma situación, al mismo tiempo que sentían lo mismo que ella. Vaya papeleta. Me ha gustado, un cordial saludo,

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