Demasiado corto, demasiado.
La luz cambió las sombras y
erradicó el mal.
Fue un sueño o quizás un instante de lucidez planetaria. Las hojas del otoño se preparan para caer
sobre los restos.
Si me duermo volveré a
soñar con el milagro de la multiplicación de la sensatez, los panes y
los peces. Cierro los ojos.
Fotografía Ana Gimenez
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