miércoles, 19 de noviembre de 2014


 Quimera



Empezó a pensar en un nuevo teorema que transformara  las cifras en música en el mismo momento de su escritura, si lo conseguía  quizá se acabarían las agrias disputas académicas sobre lo real.  Le quitaba el sueño conseguir el antiguo anhelo del “teorema metamórfico”.  El viejo profesor  dedicó  su vida a desarrollar en la pizarra hipótesis sobre la mágica transformación numérica hasta que un día se dio cuenta de que la clase estaba vacía. Solo él estaba interesado en el tránsito. Un timbre  lo sacó de su ensimismamiento,  apagó el despertador,  se dio la vuelta  y siguió durmiendo.

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